Aclaró que “no estarán discutiendo como gremio porque no tiene personería para hacerlo, pero propuse a los profesionales que empecemos un trabajo entre todos sobre cómo entienden los profesionales que deben llevarse adelante los incrementos salariales para que puedan ser volcados inclusive a través del propio Ministerio, llevando la voz de la gente que entiende que necesita determinados cambios en la composición salarial”, sostuvo la Ministra, dando lugar a través suyo al sector que hasta ahora no podía participar en las paritarias.

“Por supuesto hay muchísimos reclamos respecto de diferentes situaciones, algunos los hemos compartido porque el decreto ha tocado algunos sectores del hospital con incremento salarial y esto generó malestar en otros sectores. De alguna manera hay que empezar a discutir estas situaciones”, dijo, si bien “no coincide” con la concepción que tienen de la dedicación exclusiva.

“Para ellos es exclusivamente el bloqueo de título el régimen laboral. Para nosotros el nuevo decreto no crea una dedicación exclusiva distinta a la que había, sino que pone funciones que pueden darse en esta situación de disponibilidad, para trabajar en cuestiones que se les requieran. Esto no quiere decir que la disponibilidad no se pague. Quiere decir que pueden ser convocados y el decreto nuevo lo pone más claro, explicita de qué se trata la dedicación exclusiva, aunque ellos no acuerdan”, señaló.

Espera que se puedan resolver las diferencias a través las mesas de debate y “construir un consenso”.

Aseguró que la gran mayoría de los profesionales están “a favor de la dedicación exclusiva” y explicó que el hospital Río Grande tiene un sistema part-time que no tiene Ushuaia, que se remonta a la apertura de la clínica de la UOM, cuando “se pensaba en una ida masiva y se adoptó modalidad de part-time. Creemos que genera un régimen de trabajo diferente y hay que tomar una definición”, dijo sobre un régimen que terminaba el 28 de noviembre y fue prorrogado.

“Podíamos dejarlo ahora pero no se tomaron las medidas para eso. Los profesionales que se necesitan no están en el hospital hoy  y debemos prorrogar la situación por seis meses, para en ese lapso dotar al hospital de los servicios que se necesitan, para que puedan trabajar con la modalidad que avala la mayoría”, expuso.

Para la ministro el sistema part-time “genera un marco de desigualdad que termina trayendo problemas con los mismos colegas”, por lo que se comprometió a “trabajar estos seis meses para traer los profesionales que faltan”.

“Acá prima la atención a la gente y no me puedo dar el lujo de dejarla sin atención porque no estoy de acuerdo con el sistema part-time”, remarcó.

Respecto de los cuestionamientos de los profesionales hacia los jefes de servicio que quedaron de la gestión anterior, dijo que “cuando se hace una acusación tienen que poder comprobarlo”, dado que responsabilizan desde SIPROSA a los responsables de estas jefaturas de decisiones arbitrarias que se toman y de la falta de gestión para que todos trabajen y cumplan con los turnos.

“Lo vamos a controlar y hemos pedido al Director (Dr. Ruiz) resolver esta falta de turnos y cómo trabajan los profesionales que tenemos”, dijo, concediendo que “seguramente se deben incorporar profesionales pero algunos tenemos y la oferta hacia fuera es muy pobre”.

De comprobarse que los jefes de servicio no cumplen su función “no tenemos problema en tomar decisiones, pero cuando haya una situación concreta. Hay que comprobarlo, si no, sería muy injusto”, observó sobre la posibilidad de remover a todos sin debido fundamento.

Asimismo, Chapperón sostuvo que está “todo muy confuso y muy politizado” y que “en cada camino encontramos una piedrita que nos impide seguir funcionando”.

Apunta  a definir un marco en estas mesas de debate para “dejar claro adónde vamos y qué función cumple cada uno de los jefes”, si bien reconoció dificultades cuando “no son los que deberían ser por el propio consenso de los trabajadores. No puede ser jefe de servicio quien genera un problema –admitió-, pero en esta situación de conflicto general, nadie quiere ser jefe”, sentenció.

Del diálogo surgirá un ordenamiento y además fundamentos para acusaciones que hoy se cruzan de uno y otro lado entre los propios profesionales. “Si no, termina siendo una caza de brujas”, concluyó Chapperón.