Ayer analizaron la ejecución al 30 de septiembre del presupuesto docente y “en nueve meses, está ejecutado casi el 100% de lo que se aprobó para todo 2014”, dijo, teniendo en cuenta que se otorgaron más horas cátedra de las aprobadas y mayor incremento salarial del pautado en el presupuesto.

Pero el legislador se enfocó en el porcentaje de ausentismo, dado que más de la mitad de los que cobran, no van a trabajar. “La existencia del suplente del suplente del suplente en el sistema, no es invento de esta gestión”, aclaró, pero alertó sobre el ausentismo, que registra “aumentos a más del 62% en algunos sectores”.

“De acuerdo a los meses, hay curvas de ascenso y descenso muy pronunciadas, con un salto importante en marzo y agosto”, observó, lo que plantea una extensión de los recesos vacacionales.

Más allá de estos “picos”, dijo que “el promedio de ausentismo ronda el 50% en general y esto es un dispendio de recursos que no se invierten correctamente”, con la salvedad de que “en estos porcentajes no están previstos ni los permisos ni las licencias gremiales -indicó el legislador-, con lo cual el ausentismo aumenta mucho más”.

Para Blanco es consecuencia de la falta de controles del gobierno, y citó “casos de docentes con tratamiento psiquiátrico que están dando clases en el sector privado”, por lo cual mantienen una licencia en el sector público por enfermedad de largo tratamiento, generan la necesidad de un suplente, y cobran su sueldo del estado sin trabajar, además de su ingreso por hacerlo en el privado.

“Eso es falta de control, y no es función de la Legislatura controlar a la docencia, ni a quién les dan las horas cátedra”, expuso Blanco.

“Hay una estructura en la administración pública, auditoría médica, fiscalización sanitaria, que tienen una función muy importante”, subrayó, y a fin de comprobar que con buenos controles esto se cambia, recordó su paso por el Municipio de Río Grande: “Cuando teníamos fiscalización sanitaria del municipio, nunca bajábamos de un 25 ó 30% de ausentismo. Pasó a manos de una empresa privada el control, y el ausentismo bajó a menos del 8%. Es para que saquen sus propias conclusiones”, invitó.

El legislador lamentó que se haya extendido la práctica de ingresar al estado y no trabajar. “Acá, hasta tanto no se tome conciencia de que el que cobra debe trabajar, las cosas no van a cambiar. Esto no es falta de plata: el problema es que se entienda que el que cobra, debe cobrar por trabajar y su primera obligación es cumplir con su deber. Esto va cada vez peor, porque cada vez hay menos conducta y menos responsabilidad de saber que uno percibe algo y debe dar una contraprestación”, dijo, mientras se siguen analizando presupuestos que destinan más del 90% a sueldos, con un gran porcentaje de empleados que no van a trabajar.