Ríos estaba en Buenos Aires, donde había firmado un acta compromiso con Ysur, para luego reunirse con Capitanich, cuando recibió el llamado del Vicegobernador Crocianelli poniéndola al tanto de la situación. Estos vehículos ya habían estado en Bariloche, habían recibido el repudio de la comunidad, “de modo que esta situación se estaba complicando en Tierra del Fuego”.

De manera inmediata, debido a la situación particular de la provincia, cada vez que hay una situación de este tipo comienzan los contactos con Cancillería, para que las acciones de la provincia no perjudiquen las acciones particulares del país. “Tenemos la particularidad de que si las relaciones exteriores están delegadas y somos la única provincia en  conflicto internacional, cada acción en relación a Malvinas o a los ingleses, nosotros la coordinamos para no perjudicar la condición del país”, dijo Ríos.

En función de esto, el Secretario de Asuntos Registrales e Institucionales, Mariano Plecity, se acercó al Cerro Castor, donde estaba el equipo de producción, para verificar que el ingreso por la frontera se haya hecho en las condiciones regulares, que las patentes respondieran a los registros del automotor, y que no hayan sido modificadas.

“La primera pregunta era con qué patentes entraron y por qué se habilitó la entrada, porque habían entrado por la frontera”, dijo la gobernadora. Una vez constatadas las patentes, se les informó que su presencia en la provincia generaba una enorme tensión social, “un día que además se había decretado un paro de estatales, así que había una movilización, a muy poquita distancia del Cerro Castor. Los ex combatientes esperando allí en el Cerro a que bajaran”.

En su paso por Tolhuin, la gente les apedreó los autos, y hasta hubo un herido leve. Finalmente, lo autos debieron tomar una ruta opcional a la que habitualmente se usa, y se dirigieron a Chile, “porque toda la salida de Río Grande estaba prácticamente llena de gente dispuesta a repudiarlos”.