Al final de esa jornada procesal fue conducida a declarar como testigo, la joven Sabrina Solange Guerrero de 21 años, quien no había asistido a comparecer ante el tribunal y fue llevada por la fuerza pública.

La joven declaró horas después de que terminó la jornada de declaraciones, por lo que fue la única persona ajena al tribunal que por ese entonces estuvo dentro de sus oficinas.

Concluida la jornada el juez Eduardo López y la asistente del fiscal Pablo Candela; percibieron que faltaban una notebook de pequeñas dimensiones correspondiente al magistrado y el teléfono celular de la funcionaria.

Inmediatamente se identificó como sospechosa a la testigo que ya se había retirado de las instalaciones, radicándose la denuncia correspondiente con inmediatas tareas de inteligencia que permitieron detectar que la joven ya ofrecía en venta por internet dichos elementos.

Se emitieron órdenes de allanamiento que la brigada de Delitos Complejos ni siquiera tuvo que llegar a ejecutar, dado que localizaron a la joven en la vía pública, a la que notificaron de derechos y garantías para que hiciera entrega de los dos elementos robados.
Hoy testigo clave

Tras este increíble incidente el juicio oral retoma hoy a las 11:00, con la última declaración testimonial prevista, que es la de la víctima del hecho, Hernán Porcel, quien se encontraba fuera de la provincia.

Porcel se espera brinde más pormenores del brutal ataque que recibió en la vivienda en la que se encontraba, a la cual llegaron los hermanos Leiva -según ellos- para comprar droga, donde surgió una confusa controversia que terminó con los imputados agrediendo al testigo.

Porcel recibió numerosos golpes con una barreta en la cabeza y lesiones cortantes, una de ellas punzante en el hemitórax izquierdo, la cual le causó una lesión pulmonar que puso en riesgo su vida.

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