Paredes y techos afectados por la humedad, calefactores con deficiencias en su instalación, falta de una salida de emergencia, matafuegos que no están instalados según las medidas de seguridad e higiene; son algunos de los problemas que fueron planteados por el personal que se desempeña en la Dirección de Protección Familiar, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social en Río Grande, y que nunca fueron atendidos.
La oficina está ubicada en el antiguo edificio de San Martín 10, en ésta ciudad, en el cual se atienden a familias necesitadas de asistencia social, muchas de las cuales acuden con hijos menores de edad.
Celia Figueroa, delegada de ATE en la dependencia de Gobierno, recordó que en innumerables ocasiones fueron giradas notas con los problemas, solicitando que los mismos sean atendidos y reparados, ya que hace a las condiciones laborales de los agentes públicos que allí desempeñan tareas, como también de la gente que acude para ser atendida.
“Estamos trabajando con un medio baño habilitado y otros dos que están fuera de servicio, uno de ellos tiene una mochila que pierde en forma permanente, lo que representa un derroche absoluto de agua y nadie ha sido capaz de repararlo”, indicó Celia Figueroa.
Vale decir que el edificio cuenta con tres baños, dos de ellos están fuera de servicio y el único que se puede usar, lo ocupan los empleados y la gente que acude para ser asistida.
En uno de los baños, al no contar con agua, las empleadas se valen de una pava para lavarse las manos, mientras que en una de las cocinas habilitadas, al carecer de agua, el personal lleva desde su casa bidones llenos para poder contar con ese vital elemento mientras cumplen el horario de trabajo.
En cuanto a los calefactores, algunos tienen deficiencias en su instalación. Hay uno que se está por caer y está sostenido por el caño del tiraje.
En paredes y cielorraso se pueden observar manchas antiguas de humedad que provocaron roturas, asimismo el piso tiene una alfombra de hace muchos años que representa un nido especial para la presencia de ácaros.
“Hemos visto restos de materia fecal que para nosotros es de ratas, sin embargo cuando vienen a hacer la desinfección lo niegan, pero nosotros estamos más que convencidas que esto es así”, dijo Celia Figueroa.
Otra de las falencias expuestas por el personal de Protección Familiar es que los matafuegos no están instalados como lo determinan las reglamentaciones de higiene y seguridad y, lo que es peor aún, que la única salida de emergencia que existía, ahora está clausurado y es lugar para un perchero.
