Un gran cartel anuncia en el hospital de Río Grande que no se dan turnos en el laboratorio y que los otorgados se encuentran suspendidos “hasta nuevo aviso”. Los empleados no tienen certeza sobre cuando se resolverá la situación.
Según dicen, la suspensión de los turnos está relacionada con la “rotura de un equipo”, que aparentemente no puede ser reemplazado por otro. Los pacientes se retiran con una gran incertidumbre, porque los empleados desconocen cuando se resolverá la situación.
Aparentemente, el equipo roto no tiene uno que lo reemplace y se desconoce cuándo se retomará la atención en el laboratorio del hospital público de Río Grande.