Nancy Valdés, dio a conocer por FM Aire Libre, donde los familiares de víctimas tienen un programa especial, varios casos que han acompañado para radicar denuncias, vinculados con violencia policial, y la impunidad con que se han manejado hasta que surgió el caso Torres.
Para el grupo puede ser la punta de un hilo conductor hacia el esclarecimiento de otros casos que pudieron tener a los mismos torturadores como protagonistas, ya que algunos de ellos llevan años en la fuerza.







Tal es el caso del cabo primero Matías Maggieri, mencionado en un anónimo que llegó a la familia Vouillez y fue presentado ante la Fiscalía, como uno de los policías que habría hablado sobre la golpiza a Oscar Vouillez en “la chancha de servicios especiales”.


Además, Nancy Valdés da cuenta de relatos de otros policías, disconformes con la fuerza al punto de haber decidido abandonarla, donde aparecen las golpizas y los abusos como parte del “entretenimiento” de un sector de uniformados, que aterrorizaría incluso a sus propios compañeros, dado que existe registro de amenazas y golpes a hijos de policías honestos, para que no hablen.


Hubo cuestionamientos al intento de los funcionarios del gobierno de minimizar la situación o reducirla a un hecho aislado: “Salen por todos los medios diciendo que este es un caso aislado. De la única forma que yo podría llegar a ver esto como un caso aislado es si apuntamos solamente a la tortura con picana. Pero el retenerlo en forma indebida, los castigos, los vejámenes, el maltrato psíquico y psicológico, los golpes, todo lo que ellos aplican, hace años que lo venimos denunciando”, subrayó.


Como parte de las ONG que defienden los derechos de las víctimas, indicó que han acompañado “una cantidad de casos a la Fiscalía a hacer la denuncia. Esto era moneda corriente los sábados, domingos, los días después de los feriados, porque nosotros íbamos a acompañar a la Fiscalía a chicos absolutamente golpeados, todos por la policía. Hace años que se viene ventilando esto y ahora dicen que es un caso aislado”, reprochó a las autoridades provinciales.


Reiteró que “solamente aparece aislado hasta ahora el uso de la picana eléctrica. El resto, la gobernadora, los ministros, los comisarios, todos saben que no es así”.


Para Nancy esta vez hay pedidos de detención concretos y policías identificados, porque la víctima es “el hijo de un comisario. De todos los casos que hemos acompañado, nunca se hizo allanamiento, nunca se puso fuera de servicio a las personas que habían cometido estos hechos, porque eran personas comunes. Tuvo que ser el hijo de un comisario, y yo lamento muchísimo que le haya pasado esto, pero es la única forma que salió a la luz”, manifestó.


También se refirió a las opiniones vertidas por los medios de parte del Dr. Raúl Aciar y del Dr. Francisco Giménez, integrantes de los colegios de abogado de Ushuaia y Río Grande, sobre las detenciones contravencionales que todavía aplica la policía, y que ambos letrados califican de “ilegales”, al tiempo que afirman que “basta con una decisión política de la gobernadora o el jefe de la policía” para terminar con estos abusos.


Nancy aseguró que “hay hechos muy graves y que no se conocen sobre los vejámenes en la comisaría” y entre ellos se incluye la violación a mujeres con elementos de metal u otro tipo, como parte de una perversa “diversión”. “Una chica una vez nos pidió ayuda para que la acompañáramos a la Fiscalía y dijo que la habían llevado a la comisaría, y le habían introducido un tubo o un frasco de desodorante en sus partes íntimas. Estas cosas llegaron a hacer en la comisaría. A la chica la tuvieron que internar y sin embargo nunca supimos que la gente que estuvo en esa guardia haya sido enjuiciada ni sacada del lugar.  Esta semana hablé con un montón de policías y dicen que están cansados de quedar mal por culpa de este grupo”, afirmó Nancy Valdés.


Apuntó que entre los torturadores “hay policías jóvenes y policías viejos”, y que los propios uniformados sostienen que “este es el momento de comenzar a separar” unos de otros.