ejos de amilanarse por la sensible reducción que sufrirá su tropa en el Senado con el recambio de diciembre, el kirchnerismo tiene decidido declararle la guerra a Miguel Pichetto y dar la pelea interna, con Cristina Kirchner como abanderada, en el mismo seno del bloque PJ.
Más aún, en varios despachos de senadores kirchneristas se entusiasman con la idea de arrebatarle apoyos a Pichetto. En ese sentido, prometen que en diciembre, cuando la ex presidenta llegue a la Cámara alta, habrá sorpresas en los alineamientos de la tropa peronista.
El camino elegido por el kirchnerismo será el de la resistencia, tal cual lo adelantó Marcelo Fuentes (FPV-Neuquén). "Cristina va a venir al bloque a dar la discusión política", anticipó el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales en un reportaje que le concedió a LA NACION a finales de agosto.
Con matices, el mismo latiguillo repiten las senadoras de La Cámpora, que, reticentes a hablar con la prensa de manera pública, prefieren el anonimato. "Nosotros no nos vamos a ir del bloque", repiten.
Responden así al desafío de Pichetto cuando explicitó su intención, avalada por la mayoría de los gobernadores peronistas, de cerrarle a la ex presidenta la entrada al bloque PJ.
Impedirle el ingreso a Cristina implicaría invitar a abandonar la bancada a un puñado de legisladores que mantendrán sus escaños después del 10 de diciembre.
Además del neuquino Fuentes, son Anabel Fernández Sagasti (Mendoza), María Pilatti de Vergara (Chaco), María de los Ángeles Sacnun (Santa Fe), Ana Almirón (Corrientes), Nancy González (Chubut), Inés Blas (Catamarca) y Silvina García Larrraburu (Río Negro).
A ellos podría sumarse el chubutense Mario Pais, alineado con Cristina, pero mucho más moderado (por ejemplo, ayudó a redactar el dictamen del régimen de responsabilidad penal para empresas) que la oposición que mantiene el kirchnerismo hacia cualquier propuesta impulsada por el Poder Ejecutivo.
En diciembre, y si se repiten los resultados de las primarias, además de Cristina llegarían al Senado Ana María Ianni (Santa Cruz) y Jorge Taiana (Buenos Aires).
Sin embargo, y aún imponiéndose en la provincia de Buenos Aires, el kirchnerismo sufrirá un duro golpe en este recambio. Apenas ingresarán tres senadores de su riñón en un recambio en el que diez de los 16 escaños que pone en juego el PJ son leales a la ex presidenta.
Sin embargo, Cristina podría dar un golpe de efecto en diciembre, alzándose con el apoyo de un grupo de senadores que hoy integran la bancada peronista. Podría ser el ariete que enfrente a Pichetto para bloquearle su intención de impedirle ingresar a la bancada.
Todas las miradas apuntan a Formosa y La Pampa. Sus gobernadores, Gildo Insfrán y Carlos Verna, están enfrentados con la Casa Rosada.
En el caso de Formosa, el golpe a Pichetto sería relevante, ya que uno de sus senadores es José Mayans, actual vicepresidente del bloque. De excelente relación con el rionegrino, Mayans es incondicional de Insfrán, por lo que estará donde le indique su gobernador. En la misma situación se encuentra su comprovinciana María Teresa González.
Para los senadores de La Pampa rige el mismo criterio. El sindicalista Daniel Lovera y Norma Durango responden totalmente a Verna, con un dato diferencial que no es menor: la provincia no tiene déficit fiscal y, por lo tanto, no depende de los fondos de la Nación para sobrevivir.
El kirchnerismo no descarta sumar apoyo de los senadores tucumanos, José Alperovich y Beatriz Mirkin, aunque dependerá del momento que atraviese la cambiante relación del gobernador tucumano, Juan Manzur, con la gestión macrista.
Por: Gustavo Ybarra
Fuente La Nacion
