El titular de SETIA y dirigente de la CGT Río Grande Mariano Tejeda calificó de histórico el paro de ayer, con un total acatamiento en las empresas. “No hubo absolutamente ningún tipo de enfrentamiento ni de conflicto entre los trabajadores”, destacó, como también el “gran respeto de parte de compañeros que no estaban de acuerdo”.
El dirigente de CGT Río Grande y titular del gremio textil SETIA evaluó el paro de ayer como “histórico”, en declaraciones a Radio Nacional Ushuaia.
Por la tarde se levantaron los piquetes en las empresas, con un acatamiento total de las textiles, que son once en la ciudad entre hilanderías, tejedurías y confeccionistas, informó.
“En lo que se refiere al paro ha sido histórico, tanto por la adhesión de la CGT como la del sector textil, que está representado por tres gremios. Ha sido total y el ciento por ciento de las empresas estuvieron cerradas, con los trabajadores manifestando”, dijo.
Indicó que antes de esta medida se venían realizando “asambleas y plenarios con los diferentes gremios, para informar por qué se toman este tipo de medidas. Se habló con todos los trabajadores y en un 95% la masa obrera está de acuerdo con el reclamo hacia las políticas económicas del gobierno nacional”.
“Algunas fábricas a último momento decidieron directamente no abrir sus puertas, avalando lo que estamos planteando, porque esto no solamente perjudica a los trabajadores, sino que está perjudicando a la industria”, sostuvo.
“El sector industrial se está viendo muy perjudicado con la apertura de importaciones y con la caída de la economía y el consumo”, expresó, con una afectación a empleadores y empleados por las políticas nacionales.
Sobre el caso puntual de Blanco Nieve, consideró que fue una medida “necesaria”, y si bien “involucra más a los compañeros del SOIVA, conjuntamente hemos llevado adelante la medida para llegar al ciento por ciento de acatamiento”.
Explicó que en Blanco Nieve hay una medida que tomó la empresa por la caída del consumo, que provoca un sobrestock. “No tienen dónde meter más mercadería y para evitar medidas más drásticas se decidió suspender una semana por mes, durante cuatro meses, a todo el personal. Pero el pago del salario es al cien por cien y la semana que no se trabaja es pago no remunerativo. Lo que pierde el trabajador en porcentaje es muy poco y no se descuentan las cargas sociales por esa semana”.
Consideró que es una buena alternativa “mientras se ve qué cambios se producen en el corto plazo. La verdad es que, con esta situación del país y con la postura de la CGT a nivel nacional y el acompañamiento de las organizaciones de todo el país, por el acatamiento que hubo, creo que el gobierno tiene que abrir los ojos y darse cuenta de que tiene que cambiar el rumbo”.
“Esta política económica está llevando a Argentina al tacho. Se perdieron un montón de puestos de trabajo, la industria electrónica fue la más perjudicada en este último tiempo, pero los sectores de trabajo en la provincia son un montón y hay que poner la mirada en cada una de las industrias. También hay que darse cuenta de que se está viendo perjudicado el empleado público, el empleado privado, el empleado de servicios. Hay que barajar y dar de vuelta, y darse cuenta de que esto así no puede seguir”, reclamó.
Remarcó que “en la zona fabril fue del cien por cien el acatamiento. Los trabajadores tomaron conciencia de que la mirada no es a corto plazo sino también a largo plazo”, y cuestionó a “los medios de comunicación que tienen un blindaje sobre el gobierno nacional y salieron a decir que las organizaciones gremiales apretaron a los trabajadores. Lo que no dicen es que en realidad las empresas y los sectores económicos de poder están enfrentando a los trabajadores contra los otros trabajadores, y salen a pagarles remises para que vayan a los puestos de trabajo, o a pegar carteles como nos pasó en una empresa”, dijo.
Expuso que, “sabiendo la medida que se tomaba, pusieron una notificación donde aseguraban que la empresa iba a abrir, como ocurrió en Armavir”.
No obstante estos casos mencionados, “no hubo absolutamente ningún tipo de enfrentamiento ni de conflicto entre los trabajadores. Hubo un gran respeto de parte de compañeros que no estaban de acuerdo. Esto también se tiene que respetar, pero no podemos perder de vista que somos trabajadores y, más allá de tener una posición u otra, no podemos ponernos nosotros en defensa o hacer el trabajo que deben hacer las empresas”, dijo.
“Esos trabajadores que no estuvieron de acuerdo se quedaron en su casa, y me pareció totalmente legítimo. Me parece que también sirve para evitar que se generen los actos de violencia que se están dando a nivel nacional entre el sector político y algunos dirigentes de mi sector, que salen a prender fuego. Esto la verdad no sirve”, lamentó.
Finalmente precisó que SETIA es el sindicato de empleados textiles de la industria y afines, uno de los tres que representa al sector junto con la Asociación Obrera Textil y SOIVA. “Son todas textiles pero hay diferentes ramas, están las hilanderías que son del sector textil, las que hacen sábanas y pertenecen al sector de indumentaria o vestido, y tienen diferentes representaciones según la actividad que realizan”.
