El director del Banco Tierra del Fuego, Gabriel Clementino, advirtió hoy por FM Del Pueblo las complicaciones que habrá en Ushuaia fundamentalmente, por la imposibilidad de cargar los cajeros con billetes, a raíz del acampe en torno a la Casa de Gobierno.
En Río Grande “la actividad es normal, al margen de dos cajeros que no estaban funcionando y se está resolviendo la situación”, dijo, asegurando que “el resto de los cajeros funciona de forma normal, y no se da el problema de Ushuaia”.
Explicó que “por el acampe, la empresa PROSEGUR no lleva efectivo porque no puede acceder libremente al banco. Nadie les impide entrar al cajero, pero PROSEGUR no puede venir una cuadra con los bolsones entre las carpas”.
En este contexto, “va a ser complicada la situación con el pago de haberes, no solamente de la administración pública sino de muchos clientes del banco y de muchas entidades bancarias donde no se cobran los sueldos por ese banco, pero vienen a retirar de nuestros cajeros”, señaló.
Clementino aportó como dato que el BTF cuenta en toda la provincia con “entre 38 y 40” cajeros automáticos; mientras que el resto de las entidades, contando todas ellas, suman apenas 25. “Muchos tienen cuentas sueldo por bancos que solamente poseen dos cajeros”, ejemplificó, a sabiendas de que se hace uso de la red de la banca provincial.
“Esta situación va a generar una sobrecarga en los cajeros de otras sucursales, como la de Malvinas y Kuanip de Ushuaia. Va a estar sobrecargada la actividad allí y estamos viendo que se solucione”, expresó.
Aclaró que el problema “no es de pago de sueldos sino de la extracción de billetes por parte de la gente. Los pagos a los estatales están garantizados el día 4 normalmente y van a entrar los libramientos para que estén acreditados por la noche. Esto lo coordinamos con Tesorería de gobierno y no hay mayor problema. El problema es la extracción del billete físico”, subrayó.
A este trastorno se suma el horario reducido de atención, por la extensión a dos horas de las asambleas diarias. “En el banco tenemos problemas por las asambleas, hubo reclamos de distintas cámaras de comercio y la situación perjudica al cliente del banco, a los mismos empleados porque se les sobrecarga mucho el trabajo, y a esta altura está injustificado. No me meto en el debate del reclamo gremial pero me parece que ya fue hacia otro lado, tiene otros tintes y nos está perjudicando también en la competitividad del banco, que es una unidad de negocios y tiene que competir con el sector privado”, concluyó.
