“Nuestra intención es dialogar con todos para resolver la situación porque esto nos afecta a todos, al comercio, a otros trabajadores, al estado en los servicios que tiene que brindar”, expuso de la ronda de reuniones que estuvo manteniendo con distintos referentes.

Lamentó que en el entorno de Bertone “quieren buscar segundas intenciones donde no las hay. Lo que todos quieren es resolver la situación. Falta que alguien ponga voz en esto y convoque a dialogar”, dijo.

“Ya nos merecemos volver a encarrilar la vida normal en Tierra del Fuego”, reflexionó el intendente, si bien aclaró que “en Río Grande el municipio está funcionando a pleno”.

Igualmente, observó que “si no funcionan las escuelas, no funcionan los quioscos, los chicos pierden tiempo de aprendizaje e impacta en toda la ciudad. Nadie quiere tener paralizada su administración y ya no se sale ileso de esto: la sociedad no sale ilesa. Afecta al comercio de todos los días, afecta al Puerto, la actividad hotelera, gastronómica, al taxi, al remise, a una combi turística. Hay familias que viven produciendo alimentos para vender en la administración pública y se les corta ese ingreso. Hay un impacto social que no se mide y por eso los conflictos no deben extenderse en el tiempo”, expresó.

Cuestionó que “muchos apuestan al desgaste y es un error, porque nadie sale ileso, ni el sector privado ni el sector público. Haber enfrentado gremios con gremios es una locura. Es una locura un corte de ruta, ir a la casa de un legislador, una chicana a un dirigente gremial. Nadie sale ileso y los conflictos necesitan rápida solución, o pueden terminar en cualquier cosa y no nos merecemos esto como provincia”.

Reiteró que desde su lugar ha intentado “hablar con todos” y admitió que “por hablar con los gremios se ofende alguien del gobierno y es complicado”.

Evaluó que “hoy la posta la tiene la gobernadora o la Legislatura para convocar a una mesa de consenso. Nadie habla hoy de derogar todo, por ahí hay que suspender algo para luego encaminarlo. Hay que buscar una salida y esto no tiene que ser una pulseada a todo o nada de un lado o de otro”, subrayó.

Si bien los sueldos municipales se pagan con normalidad, por este conflicto “hay demoras en el envío de coparticipación y nos complicó el pago a proveedores, que son las empresas que hacen obras, los comercios que venden insumos. Perjudicamos de una manera directa o indirecta a todos”, reiteró.

Ante la preocupación de algún sector del gobierno, aclaró que “no quiero ser gobernador y ya se lo aclaré a todo el mundo. Hoy no pasa por mi cabeza ser gobernador”.

Melella sumó un pedido concreto a los responsables de aprobar el paquete de leyes: “Pido a la Legislatura hacer un alto al fuego, sentarnos en una mesa, que los docentes puedan volver a las escuelas y por lo menos tener 30 ó 60 días de paz social. Si hay que modificar algo, que tengamos la humildad de modificarlo. Es necesario recuperar el orden y la paz social en la provincia”, priorizó.