Ayer el vicegobernador electo Juan Carlos Arcando había pedido públicamente que los actuales legisladores esperen al cambio de autoridades, considerando que el triunfo de Mauricio Macri los obliga a introducir modificaciones.

Hasta ahora no hay novedad de convocatoria a una nueva sesión ordinaria, luego del cuarto intermedio y anulación de la anterior, cuando la gobernadora Ríos argumentó una enfermedad incapacitante que obligó al vicepresidente primero a ocupar el sillón de la gobernación.

Blanco, en un análisis del resultado del balotaje, confió en que el kirchnerismo “entienda el mensaje, lo comprenda y actúe en consecuencia”.

“El domingo hubo un mensaje muy claro en las urnas, y hay que tomar conciencia a nivel nacional y provincial”, remarcó.

Respecto de las declaraciones de algunos funcionarios sobre un “empate técnico” o que reducen a “dos o tres puntos de diferencia” el resultado, replicó que “eso mismo hay que trasladarlo acá, porque el resultado fue 49 a 47, y parece que a nivel provincial no es válido. La cosa está muy repartida en todos lados y lo importante es que nadie es dueño absoluto”, enfatizó.

Consultado sobre la posibilidad de que algunos radicales de la provincia ocupen cargos nacionales, tomó distancia en lo personal. “Si van en nombre del partido me parece positivo, si va cada uno por su lado, que cada uno se haga responsable. Yo no me voy a sumar a un festejo del que no formé parte, en el sentido de trabajar activamente para eso. Algunos se suman y no contribuyeron en nada. Yo estoy contento del resultado de Cambiemos, pero dije que en la primera vuelta elegía y en la segunda tenía que optar. Uno tiene que festejar porque salió airoso un proyecto que cree más conveniente que otro”, sostuvo.

Lamentó las últimas semanas de campaña del kirchnerismo que “dejan mucho qué desear en un país que dice que vive en democracia. Me tocó con un familiar directo”, recordó sobre la negativa de medicamentos si votaba a Macri, que ya había hecho pública en otra entrevista, e instó a “mirar para adelante”.

“La situación no es fácil a nivel nacional y provincial y hay que poner lo mejor de cada uno para que esta democracia vaya tomando contenido y pueda cambiar la realidad”, manifestó.

Todavía no hay contacto con los electos del FPV y “hasta ahora no formé parte de ninguna reunión, si la hubo”, señaló, decidido a avanzar en lo que resta del actual mandato legislativo.

“Quedan unos días por delante para trabajar y esperemos que tomen conciencia de que la Legislatura no terminó todavía su mandato. No hay ningún tipo de diálogo, de ninguna índole. No sé qué piensa el futuro gobierno que va a asumir el 17 de diciembre porque no se han manifestado bajo ningún punto de vista. Después del bendito proyecto remitido al archivo sobre la reforma del IPAUSS no hubo ninguna conversación, pero el presupuesto debe tener tratamiento”, sentenció.

“Antes del 15 de diciembre seguramente va a haber otra sesión porque hay asuntos que deben tener tratamiento. Yo anhelo que la provincia inicie enero con el presupuesto aprobado y nuestra intención es aprobarlo antes del 15 de diciembre. En esto vamos a trabajar. No lo hicimos en la última sesión por lo que ocurrió con esta licencia de la gobernadora, a efectos de no convalidar un acto que iba en contra de lo que establece la Constitución”, explicó.

Sobre los 800 millones que faltan para cerrar los números, observó que “cualquiera que pueda analizar el presupuesto que envió el Ejecutivo, puede ver que está planteada la necesidad de financiamiento”.

En cuanto a los fondos de la soja y la posibilidad de que ya no estén si se eliminan las retenciones, Blanco expuso que “en el presupuesto nacional aprobado están las retenciones a la soja. Si hay alguna modificación producto de la asunción de las nuevas autoridades, seguramente habrá modificación en el presupuesto, con la correlativa modificación en la provincia” y estimó en 400 millones los ingresos anuales por este concepto.