En un operativo llevado adelante por personal de transito de la Municipalidad de la
Ciudad de Río Grande inspectores aplicaron
gas pimienta a un conductor que viajaba con su hijo de tan solo tres años.
En la noche del miércoles pasado un vecino transitaba con su
hijo de tres años, el mismo cometió una infracción
de transito al cruzar un semáforo en
rojo y esto provocó una persecución por
parte de los inspectores de tránsito.
Del operativo participaron varios móviles y la grúa quienes persiguieron al conductor a pesar de la orden del Director del área quien habría sugerido por handie terminar la persecuta y aplicar la multa con solo anotar la patente del vehículo. Los inspectores junto al jefe de tránsito Julio Cejas a cargo del operativo esa noche , no solo desoyeron la orden si no que interceptaron al vehículo cortándole el paso con la grúa municipal, redujeron al conductor y le aplicaron gas pimienta sin tener en cuenta que este viajaba con su hijo de tan solo tres años de edad.
Del operativo participaron varios móviles y la grúa quienes persiguieron al conductor a pesar de la orden del Director del área quien habría sugerido por handie terminar la persecuta y aplicar la multa con solo anotar la patente del vehículo. Los inspectores junto al jefe de tránsito Julio Cejas a cargo del operativo esa noche , no solo desoyeron la orden si no que interceptaron al vehículo cortándole el paso con la grúa municipal, redujeron al conductor y le aplicaron gas pimienta sin tener en cuenta que este viajaba con su hijo de tan solo tres años de edad.
El conductor al ver que su pequeño lloraba desesperado por los efectos del gas se exasperó y se resistió
esto provocó que lo redujeran, lo
golpearan provocándole raspones en diferentes partes de su cuerpo, que perdiera
las llaves del vehículo y su celular. A pesar de los gritos del papá pidiendo ver al niño fue
sometido a estar boca abajo en el piso hasta que se hizo presente personal
policial de la unidad quinta quienes al
llegar al lugar se encontraron con una
escena que no podían creer. El
personal de transito solicitó a los efectivos que labraran un informe y que dijeran que el vecino había
sido reducido por ellos a lo cual se negaron y en el
informe policial consta que al llegar al lugar
el vecino se encontraba en dicha condición
por la acción del personal de tránsito.
El pequeño fue ingresado a uno de los móviles de transito
porque lloraba desconsolado y se lo veía
complicado por la intoxicación. Su familia lo traslado a su hogar pero luego
tuvieron que llevarlo al hospital
a las cuatro de la mañana porque tuvo una reacción alérgica por los efectos del
gas pimienta, al ser asistido por el médico actuante este pregunto a la familia
que provoco la intoxicación del niño y recibiendo el relato de los padres
realizo la denuncia en la cual habría
actuado el Juez de menores.
Participaron del operativo los inspectores de transito Julio Cejas (Jefe) Sandobal,
Barrionuevo, Petrone y Carlos Díaz (este último hermano del Director de Tránsito),
quizás sea por eso que no Salió a la luz ningún tipo de información de lo
ocurrido esa noche.
Habría que preguntar si el Intendente municipal autoriza a que los trabajadores de tránsito a portar gas pimienta y linternas con picanas,
en vez de exigir que prime en ellos la vocación de concientización
a través de la prevención para mantener el orden y evitar accidentes, ya que no es la primera vez que toman esta determinación, porque es sabido que han sometido a otros conductores con estas prácticas en otras oportunidades.
Habría que preguntarse por qué cada vez que los inspectores
cometen algún exceso de autoridad o infracción
se los protege primero guardando toda
información bajo llave, cubriéndolos con carpetas médicas o iniciando sumarios
internos que no llegan a ningún puerto, como en el caso de el hurto de dos motos dentro del galpón de
resguardo ubicado en el galpón municipal, que termino en el reembolso de los
móviles a los vecinos con dinero de las arcas municipales sin saber que paso
con los sumarios y sin haber sanción alguna ningún empleado municipal
responsable. Habría que preguntarse por qué rescindieron o terminaron contratos de algunos
trabajadores de transito después de las elecciones esgrimiendo la excusa de que fueron
descartados por ser malos empleados o por no cumplir con las expectativas del municipio
y a otros se los protege se los apaña y les perdona hechos
graves como el ocurrido este miércoles, donde complicaron la salud de una
pequeña criatura y aplicaron violencia a
un conductor, cosa que está terminantemente prohibida para un inspector de tránsito. Habría que preguntase por qué se protege a algunos en calidad de jefes a concurrir a su
lugar de trabajo en estado de ebriedad.
Y también había que preguntarse por qué no han dejado sin efecto el contrato del inspector
Carlos Díaz quien participó activamente del operativo. ¿Sera porque es el hermano del Director de tránsito?
El Jefe que actuó en el operativo referido renunció a su cargo y pidió
carpeta medica después de este hecho ¿habrá renunciado o le pidieron que lo
haga?. Se habría iniciado sumario
administrativo a todos los inspectores que participaron ¿llegara a una
resolución o quedara en el olvido como nos tienen acostumbrados?. Trascendió que esto provocaría la desafectación del turno
noche en los operativos de tránsito. La pregunta obligada que llega es.¿ Deben terminar con los
operativos de noche o deben cambiar a los funcionarios que están permitiendo
todas estas situaciones?.
Lo único que nos queda claro es que bajo ningún concepto el
personal de transito puede portar linternas con picanas ni gas pimientas y
mucho menos aplicar abuso de autoridad contra los ciudadanos que si cometen infracciones
deben ser multados, pero no abusados o violentados.