Fue tras la aprobación de la ley de Educación y cuestionó la “prepotencia del SUTEF, porque si no hacés lo que ellos dicen, está mal. Es la democracia que entienden ellos, que son lo únicos con derecho a reclamar”, sostuvo por Radio Nacional Ushuaia.

Concedió que ayer no fue normal el tratamiento de algunas normas, pero insistió en la intransigencia del gremio y una democracia malentendida, donde sólo el disenso se le permite al sector sindical. “Puede ser que ayer hubiera cosas que corregir en un sistema democrático normal, pero en Tierra del Fuego no se acepta el disenso. Los que tenemos que aceptar el disenso somos los políticos, pero los demás no: o hacés lo que yo digo o rompo todo y voy a molestar a tu casa”, dijo sobre la actitud del sindicato.

“Yo respeto si me respetan, trato de no faltarle el respeto a nadie. Ayer me dijeron de todo cuando salíamos de la Legislatura. Yo los saludaba y les daba besos a las mujeres que me puteaban. Perdonando la expresión, ante un hdp como me decían, yo les respondí con un beso”, manifestó.

Se le preguntó si esto se puede considerar “madurez institucional”, y respondió que no pero “parece que la Legislatura es una cosa turbia y que ellos fueron a reclamar de buena manera”.

“La Legislatura ¿hace cuántos años que tiene que estar rodeada de policías para poder hacer su trabajo normalmente? Eso debería indicar que algo está mal, que algo está pasando”, expuso.

“A esta altura de mi vida, digo lo que realmente pienso. Acá muchas veces la mayoría está de acuerdo y no se manifiesta”, indicó convencido de que la mayoría de los docentes avala la ley.

Incluso “desafió” a que tomen el texto y vean la incorporación de los aportes. “Si agarramos las conclusiones de los tres foros, del congreso pedagógico, con la participación de más de dos mil docentes, desafío a que me digan si no están incluidas en el proyecto. Las dos que no están es el financiamiento, el volver a la 648; y que el consejo provincial de educación sea resolutivo y no consultivo, porque ellos pretenden cogobernar. Además hay una discusión que no quedó saldada que no es tan grave, acerca de si el primario es de siete años y el secundario de cinco, o deben ser seis y seis”, detalló.

Fuera de estos tres puntos, no hay diferencias, y “luego hay cuestiones que se pretendían poner en la ley, que tienen que ver con el estatuto docente. En ese ámbito lo deben discutir”, señaló el radical.

Recordó que “a mí me eligieron para legislar” y le dijo a los dirigentes que “el que quiera legislar, que se presente a elecciones. La gente me eligió para tomar determinaciones y las tomo yo, con mi partido y mi conciencia. Con el criterio de que hacés lo que yo digo o rompo todo, no se va a mejorar nada”, aseveró.

Respecto del comunicado de repudio por lo que entendieron fue una provocación de su parte, Blanco aclaró que “los besos se los tiré después de que terminó la sesión y en respuesta a todos los ‘halagos’ que me hacían, a mí y a mi familia, y a una llamada de un número no identificado que me decía que vaya a mi casa, a ver lo que le iba a pasar. No sé qué culpa tiene mi familia de las decisiones que yo tomo. Que agradezcan que les tiré un beso y no las piedras que tiraban ellos”, disparó.

En cuanto al código contravencional, que se aprobó ayer con 14 votos y uno negativo de Barrientos, indicó que estaba en observación “y con tratamiento preferencial sin fecha fija desde junio”, además de tener “dictamen desde noviembre pasado”.

“No se cerró nada faltando 15 minutos porque mucha gente venía trabajando en este tema”, afirmó.