Explicó que cuando van recibiendo va recibiendo los recursos nacionales, provinciales y regalías, “tienen un esquema de coparticipación posterior a la registración de esos recursos a nombre de la provincia. El sistema informático está parametrizado y cada recurso que se registra se va coparticipando”. Sin embargo hay excepciones por las que no se coparticipan fondos y constituyen los saldos que se acuerdan después.

Como ejemplo, citó los “paros, feriados, la licencia de alguien que tenía que recaudar y no registró esos recursos por esos días, la toma de Rentas. Todo esto hace que por determinados días no se lleguen a registrar esos recursos y hay una ventana de tiempo donde están desfasados”, dijo.

“Después de que se termina la registración, se cierra el mes y dos o tres meses posteriores al mes calendario recién se determina el recurso centavo a centavo, y cuánto había que coparticipar a los municipios”, señaló.

Cumplida la registración y sabiendo la diferencia, “tiene que salir un decreto, lo que llamamos los definitivos, con los saldos de coparticipación”.

No obstante ese dinero que ingresó en efectivo a las arcas del gobierno, al Municipio le llega en especies y por otra vía: la coparticipación de fondos de la soja que tiene un destino específico.

Según Blanco, el pago en especies es “una decisión tanto del gobierno como de quien lo debe cobrar, y le sirve a ambas partes que se pueda pagar con otro financiamiento, como puede ser la soja, si el municipio le va  a dar como destino una obra. Entonces le da lo mismo que le den plata de libre disponibilidad, que luego igualmente va  a ir a una obra”, argumentó.
Blanco subrayó que esta forma de pago de la coparticipación municipal “no es por decisión unilateral del gobierno jamás, porque no se podría. Esto fue parte del famoso juicio político y una de las cosas que se explicó claramente”, recordó.

Se le preguntó si el fondo de la soja se puede usar para pagar coparticipación, y aseguró que sí, “si del lado del municipio los fondos están registrados como obra y se rinden a Nación como obra”.

“Supongamos que hay una deuda de un millón por definitivos y se giran ingresos de la soja al municipio de Río Grande, no tienen posibilidad más que afectarlos a obra pública y además lo tienen que rendir”, remarcó, apuntando que el fin específico del fondo de la soja es “para obras públicas y equipamiento para salud y educación”.

No obstante el pago al municipio de Río Grande no fue por un millón sino por más de diecisiete millones de coparticipación adeudada. El secretario indicó que la gobernadora “avaló el acuerdo” entre Monti y Melella para cancelar saldos con fondos de la soja, que irán a obras de infraestructura, y corresponden a “saldos de marzo, abril y mayo, por más de 17 millones de pesos”.

“Parece mucha plata pero los municipios tienen un presupuesto de dos mil millones para el año próximo. El monto de lo que se transfiere no es tan importante”, consideró de este pago en especies.