El reclamo plantea una supuesta deuda histórica de casi veinte mil pesos, por lo que pidió embargo al sueldo del presidente del INFUETUR, que ahora “tiene descuento automático de haberes”, dijo, pero habría quedado pendiente ese importe.

Rapaccioli ocupaba la Dirección de Derechos, que depende de la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia, hasta ahora. Hoy por FM Master’s dio a conocer que le pidieron que renuncie, y tuvo que acceder.

Ratificó que la deuda anterior existe, está en proceso el reclamo, y aseguró que trató de resguardar la situación “por mi hija”, todo lo que pudo.

Agregó que desde el gobierno “tienen conocimiento de un montón de situaciones que han pasado, porque han tenido que intervenir funcionarios de familia de esta gestión. 

Después de nuestro divorcio se fueron generando algunos roces. Yo sentí que había una cierta violencia y no lo hice público porque traté de resolverlo en el ámbito privado, como lo venía haciendo hace años”, señaló. 

“Siendo dos funcionarios públicos, creo que tenemos una obligación doble, somos abogados los dos y teníamos una familia”, expresó, quebrándose en llanto por el punto al que llegaron y este desenlace inesperado.

“Yo estoy presentando mi renuncia por escrito”, confirmó de los pasos que hoy mismo está dando, pero aclaró que no puede mentir y no fue su decisión.

“La verdad te hace libre. Yo decidí ya no callar más, y uno llega a un punto de tolerancia cero. Me pidieron la renuncia y voy a presentarla, y como la verdad me hace libre, lo tengo que decir”, enfatizó.

No quiso dar el nombre de quien se la pidió, aunque trabajaba dentro de la Secretaría a cargo de Nélida Belous. “Acá cierro la gestión, quiero volver a mi vida privada, tratando de llevar adelante mi familia, mis hijos”, priorizó.

Consultada acerca de si esta cesantía se debe a que dijo públicamente lo que pasaba, así fue, pero no pudo decir si ocurrirá lo mismo con el presunto deudor. “A mí me piden la renuncia porque la cuestión pasó a estado público. Pero yo no miento, las cosas son así, y ya no lo podía ocultar. Cuando uno lanza una verdad al viento, eso te protege como ser humano, porque estás diciendo basta. Sé que no estoy sola, me cansé de todo esto, y quiero vivir una vida tranquila. La forma de liberarme de todo ese pasado es así, de esta manera”, concluyó Rapaccioli.