Indicó que “la persona propietaria del vehiculo ya tiene conocimiento de quiénes lo habían amenazado e hizo la denuncia correspondiente. No fue un atentado del club ni del sindicato ni tiene que ver con el partido que se estaba jugando”, reiteró, y agregó que “es un problema personal, aparentemente un problema sentimental”.

Precisó que el atentado se dio “en el entretiempo, aparentemente el propietario tiene un problema sentimental y, según las cámaras de seguridad, se identificó a un masculino, que no tiene nada que ver con Camioneros ni con Olimpia, que compartió la tribuna esa tarde. Fue alguien que atentó contra un vehículo. Teóricamente el dueño denunció que lo habían amenazado con prender el fuego el auto y cumplieron con esto”, manifestó.

Cabe recordar que el ataque se produjo el pasado sábado por la tarde en pleno dentro de Río Grande, sobre la avenida Belgrano y frente a la cancha de fútbol del Centro Deportivo Municipal.

El fuego destruyó un Volkswagen Bora y afectó a otro vehículo estacionado junto a éste.

Pocos días atrás se había conocido el atentado a la camioneta del juez Ernesto Löffler, con dos bombas que en lugar de combustible contenían alcohol, pero por la intervención de vecinos no llegó a mayores.

Durante el partido y desde las tribunas se pudo ver el humo que venía de la calle. El vínculo con el gremio se estableció a raíz de que el vehículo era de uno de los afiliados. La bomba fue arrojada sobre el frente, tomó el motor y no se pudo controlar el fuego, ni aun con el uso de matafuegos al que apelaron.

El vehículo incendiado es un Volkswagen Bora gris, dominio JOB 514; y fue afectado además un Fiat Uno azul, dominio 986, con daños en el frente pero en este caso fue retirado a tiempo.

Desde una cámara de seguridad instalada en una vivienda ubicada frente al lugar, se puede observar un automóvil de color blanco que circulaba al momento del incendio, sin que hayan trascendido datos del conductor más allá de una persona de sexo masculino.