Un problema similar ocurrió el 15 de agosto, cuando una máquina retroexcavadora, afectada por el municipio, procedió a cortar la fibra óptica, a unos 5 kilómetros al sur de Río Grande.
Los dos casos que dejaron a la ciudadanía sin uno de los servicios tecnológicos que hacen a la vida moderna y que provoca trastornos de diversas índoles, incluso hasta para hacer trámites y compras, dejan en evidencia que no existe una planificación adecuada cuando se realizan trabajos de excavación a la vera de la ruta y, sobre todo, en la línea por la cual cruza la fibra óptica de la empresa Telefónica de Argentina.
La situación debería ser analizada en lo inmediato por las autoridades competentes, sobre todo en lo relacionado a comunicaciones, ya que tanto los servicios de telefonía móvil como el de internet, pasaron a ser casi esenciales, en la vida cotidiana de la gente.
