El candidato opositor avanza en su armado territorial con nuevas adhesiones, y confía en una aceleración de los "pases" luego de la renovación legislativa
Como un Pacman, Sergio Massa avanza enel laberinto político. El intendente de Tigre cincela un armado propio que enrola a legisladores nacionales, provinciales, una veintena de intendentes, sindicalistas que reportan a cuatro centrales obreras diferentes, y un reservorio afín en el peronismo bonaerense.
Con apenas un puñado de adhesiones a nivel nacional, la construcción del Frente Renovador está enfocada en la provincia de Buenos Aires. Una expansión mayor, pronostican dentro del espacio, tiene fecha de largada: apuestan a que en diciembre, con la renovación de bancas según el resultado de los comicios y en la antesala de la disputa presidencial, habrá una reconfiguración del mapa del poder.
"Estamos administrando los pases, con novedades semana a semana", se ufanan ante LA NACION en un despacho de Tigre. Las incorporaciones proceden de canteras diversas: peronistas enfrentados con Cristina Kirchner, radicales y referentes de Pro, la fuerza de Mauricio Macri. Esa diversidad engendra, a la vez, un reto: sostener el liderazgo sobre un grupo heterogéneo y sin organicidad. "Es complicado contener en esos espacios", describe un operador del PJ aún encolumnado en el Frente para la Victoria.
En edificación, la estructura tiene tres patas: territorial (con eje en intendentes aliados y concejos deliberantes), legislativa (con el objetivo de instalar agenda y ser actor con poder de fuego) y gremial (que suma respaldo político y capacidad de movilización).
Desde el Frente Renovador aseguran que ya cuentan con bloques de concejales desparramados por la provincia. "En algunos lugares, aún no los conformaron esperando la confirmación del resultado electoral", sostienen cerca de Massa. Otro dirigente, con optimismo, describe los movimientos subterráneos y ensaya una explicación sobre las últimas fugas de ediles: "Primero se pasan los que están abajo. Tienen menos ataduras y mejor percepción de la calle".
El desafío, en el corto plazo, es apuntalar los armados locales. En la categoría de concejales, el Frente Renovador se impuso en 42 distritos, menos de la mitad de los territorios en los que triunfó la boleta a diputado nacional que encabeza Massa. Esa nómina batió a sus rivales en más de 90 de los 135 partidos.
En el hilado fino, después de la oficialización de candidatos, se aplacaron rebeldías locales y quedaron en pie diez colectoras que tributan a Massa, con el sello de Unión Popular. Una de ellas remite a una batalla con entramado familiar que amenaza con polarizarse: el intendente Gustavo Posse -el único alcalde massista que aceptó ir en colectoras- impulsa la postulación de su tía, Juana, contra Marcela Durrieu, madre de Malena Galmarini y suegra del intendente tigrense.
Tan sacudido como el peronismo, el universo sindical se reorganiza al ritmo de los votos. El mascarón de proa en el Frente Renovador fue Héctor Daer, de Sanidad, que oficiaba de vocero de la CGT oficial y pasó a integrar una lista. Ahora, sumó el apoyo casi total de los denominados "Gordos", como Oscar Lescano y Carlos West Ocampo. Ya es un hecho, además, el acercamiento del camionero Hugo Moyano, titular de la CGT Azopardo, del gastronómico Luis Barrionuevo, de la CGT Azul y Blanca, y el vínculo con la CTA oficialista es Fabián Alessandrini.
El metalúrgico Antonio Caló, jefe de la CGT alineada con la Casa Rosada, hace equilibrio entre las facciones internas. En la penúltima reunión de la cúpula, deslizó su preferencia por Scioli, según confiaron a LA NACION fuentes gremiales. Ese comentario llegó, oportunamente, a oídos del gobernador. Poco después, el propio Caló dijo a este diario que en una interna del PJ incluiría a Massa, en un claro guiño al intendente de Tigre.
Aún no está definida la estrategia en la pelea por el PJ bonaerense, donde el massismo cuenta con cinco miembros en el consejo directivo y, según sus cálculos, más de un tercio de los congresales. El partido, que debe renovar autoridades en diciembre, quedó envuelto en una disputa judicial. "No es una preocupación para nosotros", sostiene un operador.
Massa decidió que no se recostará sobre la estructura partidaria. Dirá, una y otra vez, que lidera una "expresión pluralista". Se esperan más gestos de apertura. Para ilustrar, un dirigente recurre a una frase que repite Frank Underwood, protagonista de la taquillera serie House of Cards y devenido en una especie de Maquiavelo de la TV: "Los que quieren ganar construyen puentes; los que temen perder levantan muros"
Fuente La Nación.com