En el fallo, los jueces Horacio Daniel Piombo y Ricardo Maidana rechazaron una impugnación presentada por la defensa de Grassi contra la decisión del Tribunal Criminal 1 de Morón que había ordenado el 22 de abril la detención del sacerdote por violentar los requisitos, aunque dicha acción no fue concretada por la apelación.
Entre las obligaciones para permanecer en libertad estaba la de “no acercarse, referirse públicamente ni comunicarse intencionalmente con las víctimas ni con cualquier otra persona íntimamente vinculada a ellas” pero, pese a ello, Grassi transgredió lo dispuesto cuando concurrió a un programa televisivo en octubre de 2011. Ese día, en una entrevista con el periodista Mauro Viale, Grassi dijo que “el relato” de un denunciante supuestamente fue “inducido”, que la víctima “mintió al tribunal” y que había sido “extorsionado” por el adolescente, lo que motivó la denuncia y la posterior decisión de la justicia de Morón de detenerlo por referirse de manera “tácita” al denunciante.
Esa decisión fue apelada por la defensa de Grassi y llegó al Tribunal de Casación, el que ayer resolvió el tema.
La resolución de Casación se produjo un día después de que la Suprema Corte de Justicia bonaerense rechazara los recursos extraordinarios presentados y confirmara la condena de 15 años de prisión como autor responsable de los delitos de abuso sexual agravado y corrupción de menores de edad.
El fallo de Casación afirma que “nombrar a alguien con nombre y apellido es una manera de referirse a su persona, pero no la única, y la prohibición claramente abarcaba otras hipótesis” como “este joven”, “quién me acusó”, “en el juicio tenía el pelo corto” o “el denunciante el día anterior me vino a extorsionar”.