El juego contó con un recorrido de 9 hoyos y se realizó en la base del Cerro. Allí Gonzalo Piovano dictó una clínica de golf para preparar a los jugadores antes del torneo.
Los participantes vivieron una experiencia inolvidable y practicaron sus mejores swings sobre la nieve con la exclusiva línea de palos RBZ Stage 2 de TaylorMade, además del Driver R1 en su versión original y black.
Luego del juego, disfrutaron de una degustación de sushi con champán en el restaurante Ona House.
“Debido a la calidad y atractivo del campeonato, este año se logró un récord de inscriptos con más de 40 personas y un total de 10 equipos participantes. Además, los golfistas pudieron participar de la clínica con Gonzalo Piovano para mejorar la calidad de su juego y perfeccionar su técnica, lo que creemos que resultó en un gran atractivo”, comentó Florencia Palumbo, coordinadora de Comunicación, Prensa & Eventos de Cerro Castor.
