El incumplimiento del pago en término, la deuda abultada y resultados que no se ven en las áreas de salud y educación, a las que se destinaba el fondo con aportes municipales, determinarían la marcha atrás, por lo menos de parte del Municipio de Río Grande. Melella había esbozado su disconformidad, luego el secretario de Finanzas redobló las críticas y ayer el secretario de Gobierno Paulino Rossi adelantó que recurrirán a la Legislatura.
“Cuando los intendentes firmaron el proyecto para la solución política del problema con la ley 648, se hablaba como tercer punto que este año se implemente el goteo diario, que era una condición indispensable para que sea sustentable el esquema de distribución de recursos. Ahora, si se reducen los recursos, se aumenta la deuda y no se implementa el goteo, nos pone en una situación de asfixia financiera”, manifestó el contador Paulino Rossi, secretario de Gobierno del Municipio de Río Grande.
El fondo solidario creado tras el conflicto por la ley 648 el año pasado, con el aporte del 25% de la coparticipación municipal para las áreas de salud y educación, podría ser eliminado de tener eco el pedido del Municipio local.
El intendente Gustavo Melella, cuando dio a conocer la carta documento enviada la semana pasada al gobierno, intimando al pago de la deuda, había deslizado su disconformidad por no ver mejoras en los servicios públicos, sobre todo en el hospital; luego el secretario de Finanzas reforzó el cuestionamiento y directamente ayer el secretario de Gobierno Paulino Rossi planteó la intención de dar marcha atrás con el aporte, previo acuerdo con la Legislatura.
Fue en declaraciones a Radio Provincia, donde recordó las medidas que debían ir de la mano de este aporte municipal de coparticipación. “Cuando salimos de la situación por la ley 648, nuestra postura abierta al diálogo fue siempre para buscar solución al problema. Reconocíamos que los problemas de salud eran transversales a toda la ciudad. Si se podía buscar una salida política, que garantice la solución a los problemas de salud de la provincia, que a su vez se garantizara el cobro de la deuda hacia los municipios, y que ingresen en tiempo y forma los fondos a través del goteo diario, se podría dar un contexto en el cual nosotros estaríamos recibiendo menos recursos pero podríamos ayudar al bien común, a la comunidad en su conjunto”, sostuvo.
Cabe recordar que Melella, contra la postura que sostenía Federico Sciurano desde Ushuaia, aseguraba por entonces a los medios que no se iba a ver afectada su administración por esta quita. Pero los hechos demostraron lo contrario.
“Ahora bien, si se nos quita el 25%, pero se nos aumenta el monto de deuda, si cada vez se atrasa más la coparticipación y vemos que la situación de la salud no ha mejorado, me parece que todos los que tienen responsabilidad institucional en la provincia tenemos que ver de qué manera se replantea”, subrayó Rossi, proclive a retrotraer la situación.
Justificó este cambio señalando que “nadie se imaginaba un 2013 con esta realidad económica y esta realidad de los servicios públicos”.
Consultado acerca de si esta nueva posición le fue comunicada al Municipio de Ushuaia, que terminó accediendo sin demasiada confianza en que se cumpliera la palabra empeñada, no respondió en concreto, pero adelantó que “es un tema donde obviamente los disparadores van a surgir de los municipios, pero hay que discutir en el seno de la Legislatura acerca de qué manera se va a encontrar una solución integral a la problemática económico-financiera de la provincia, incluidos los municipios, y la calidad de la prestación de los servicios públicos”.
El fallo de la 648 pudo ser apelado, como había previsto el Municipio de Ushuaia, que desistió en función de este acercamiento que había tenido Río Grande con el gobierno fueguino, y para poner punto final al conflicto. Sin embargo los compromisos no se cumplieron, salvo por los descuentos: “Cuando los intendentes firmaron el proyecto para la solución política del problema con la ley 648, se hablaba como tercer punto que este año se implemente el goteo diario, que era una condición indispensable para que sea sustentable el esquema de distribución de recursos. Ahora, si se reducen los recursos, se aumenta la deuda y no se implementa el goteo, nos pone en una situación de asfixia financiera”, manifestó.
“Los municipios se han caracterizado por tener capacidad de respuesta y, de hecho, se sigue funcionando, se siguen pagando los sueldos, los aguinaldos, pero estamos llegando a una situación de ajuste presupuestario que se hace insostenible”, sentenció.
Con respecto a la deuda actual, precisó que ronda “los 90 millones de pesos. Todos los meses es la misma noticia, nada más que se va incrementando, porque al no implementarse el goteo cada vez la deuda es mayor. Eso hace que nos ponga en esta situación tan difícil para afrontar todas las obligaciones que tenemos como municipio, más teniendo en cuenta que en Río Grande tenemos el servicio de provisión de agua y cloacas. Es el servicio más caro y cada vez se nos hace más difícil sostenerlo”, aseguró.
Finalmente se pidió su opinión respecto de esta asfixia financiera, y si es real por una crisis en las finanzas públicas, o el gobierno no está priorizando las obligaciones con los municipios. “Yo no creo que la provincia tenga un plazo fijo con fondos guardados, creo que debe estar en una situación bastante compleja. Ahora, si el factor de ajuste van a ser pura y exclusivamente los municipios, ya no podemos resistir más”, enfatizó.
Agregó que con esta retención de fondos de las ciudades “estamos rompiendo toda normativa vigente, y las garantías constitucionales. Uno puede apostar al diálogo, sentarse a encontrar soluciones, pero todo tiene límite”, concluyó.
