La muerte de Yoana Valentina Alarcón de 3 años se registró el pasado martes por la mañana, en momentos que la pequeña se encontraba junto a sus padres, para ser atendida en la nueva clínica privada del barrio Mutual. En momentos que esperaba ser atendida, y en brazos de sus padres, la nena dejó de respirar, y al parecer los médicos nada pudieron hacer. Extraoficialmente se pudo conocer que los papás de la nena, ya la habían llevado varias veces antes, debido a las dolencias que la pequeña poseía. Ahora Policía y Justicia investigan el accionar médico en los días anteriores al deceso.
El pasado martes en horas de la mañana Rodrigo Gustavo Alarcón de 36 años y su pareja, Julia Raquel Ávalos de 37, llevaron a su nena de 3 años, Yoana Valentina, a la nueva clínica privada situada en el barrio Mutual de Río Grande, ya que la pequeña hacía varios días se encontraba con dolencias, aunque nunca se le detectó concretamente qué estaba padeciendo.
Mientras la pareja esperaba que los profesionales atendieran a su hijita, el papá se dio cuenta que la nena dejó de respirar, por lo que inmediatamente pidió atención médica, interviniendo los pediatras Pedro Rocha y la Dra. Álvarez, quienes realizaron las tareas de resucitación que se prolongaron por casi más de una hora.
Lamentablemente, Yoana no respondió y los médicos certificaron el deceso. Fue en ese momento en que la Policía tomó intervención del caso, y a su vez, se puso en conocimiento al juzgado de Instrucción de turno, a cargo del Dr. Héctor Ochoa.
En este sentido, lo que se trata de dilucidar es si existió o no mala praxis por parte de los profesionales de la salud, durante los días anteriores en que la chiquita fue atendida en esa misma clínica.
Se pudo conocer que a la nena, la había llevado el pasado sábado 17 de agosto para su atención médica y fue por ese entonces en que se efectuaron varios análisis, detectándose que existía un virus, el cual pudo ser constatado mediante un hisopado que se le realizó en la saliva, por lo que fue medicada con penicilina.
Los días subsiguientes la pequeña no mejoró y continuó con diarreas y vómitos, sumándose a ello un tratamiento para evitar la deshidratación de la paciente, hasta que finalmente murió.
Desde la Justicia se ordenó una autopsia que dio como resultado de causa de la muerte un “paro cardiorrespiratorio no traumático por obstrucción intestinal”.
Con estos elementos continúa la investigación judicial a fin de determinar si hubo negligencia o responsabilidad médica en este triste episodio.
