El Dr. Carlos Cabrera, representante de la asociación de profesionales, denunció hoy presiones internas para silenciar reclamos, a fin de que no puedan conocer lo que ocurre desde la organización. Por Radio Provincia fue consultado sobre las declaraciones del Dr. Fernando López –secretario de salud- que publica hoy el Diario Prensa, puesto que afirmó que en el hospital hay situaciones que no revisten gravedad y no deben ser motivo de preocupación. Sobre el tema de cirugías suspendidas por falta de suero, lo negó y agregó que “seguro que el burro de Cabrera (sic) es el que dice eso”, puesto que la provisión se habría solucionado de inmediato.
“Hay que tomarla como de quien viene –dijo el médico ante estas expresiones-. Ushuaia es chico y nos conocemos todos. Todos sabemos quiénes fuimos, quiénes somos y seguramente para dónde vamos. En ese contexto, la preocupación es cero. Concretamente lo que hacemos es reclamar para que las cosas estén bien, que tengamos los elementos para hacer responsablemente bien nuestra tarea, y lo que hemos dicho fueron verdades”.
Mencionó comunicaciones escritas que dejan constancia de estos faltantes: “Nosotros recibimos una nota donde se nos informaba que estaban suspendidas las cirugías por faltante de solución fisiológica. Eso no es una falacia. Días después recibimos otra nota donde se nos informaba que a partir del día 5 de agosto normalizábamos la programación de cirugías, lo que fue utópico porque la cantidad de cirugías suspendidas en tres días formó un cuello de botella. En segundo lugar, la solución fisiológica no ingresó en esa fecha, ingresó recién el día 8 de agosto por la tarde”, subrayó, por lo cual el día 5 tampoco se podría haber normalizado la situación.
“Si quiero, puedo intentar tapar el sol con el dedo, ahora, si lo logro es otra historia. La realidad es la única verdad y eso no se puede evitar. Quien no quiere ver la verdad evidentemente algo está pasando dentro de su mente”, señaló.
Consideró que algunos funcionarios tienen un “estatus de bronce”, que “es impresionante y a algunos les afecta demasiado. Sería mucho más difícil hablar de mentiras si se recorriese el hospital. El que conversa con la gente internada, se da cuenta de cuál es la verdadera situación. No podemos ocultar la realidad y basta que uno quiera verla”.
Respecto de nuevos inconvenientes, no pudo precisarlo porque se ha impuesto un “silencio hospital” que no se relaciona con la tranquilidad en atención a los pacientes, sino directamente con presiones y censura. “La normalidad absoluta no la tenemos. Hay mucha gente que por distintas vías está siendo presionada a no denunciar la situación irregular en que está, y entonces no tenemos la información al día. Hay gente que tiempo atrás nos informaba a los miembros de APRHU de la situación del hospital, profesionales y no profesionales, porque la relación nuestra es con todo el hospital. Esa información ya no la estamos recibiendo. Cuando nos toca vivir el evento, nos damos cuenta de que no la recibimos porque no la quisieron dar y no porque no existía el problema”, aseguró.
“En este sentido el reclamo está siendo tapado, la gente ya no habla, no cuenta, no informa”, reiteró el médico, que también recibió presiones e intimaciones, ya expuestas a los medios y a los legisladores en la última reunión de la comisión de salud.
“El trabajo ya no es de equipo sino que es sectorizado”, contrastó, y si bien dio cuenta de que “recorremos el hospital, hablamos, buscamos, tratamos de interiorizarnos y así tenemos acceso a la información”, admitió que se complica al no tener estos contactos como anteriormente, porque “cada no de nosotros tiene su propia tarea asistencial y cuando hablamos de responsabilidades más aún”, por lo cual hay limitaciones por razones laborales.
Consultado acerca de si se trata de presiones concretas al personal, respondió que “sí, era personal del hospital que anteriormente nos mantenía informados de la situación en que estaban, de lo bueno que recibía, de los faltantes y de los problemas que iban surgiendo”.
Con respecto al método de presión, no lo precisar para esos casos, pero recordó que en el suyo personal recibió “la carta intimidatoria firmada por el Ministro, en un papel membretado del Ministerio, es decir súper oficial. Así como he recibido muchas expresiones de apoyo, también me han dicho ‘no te metas más’, ‘cuidate’, etcétera etcétera. La gente que me decía que no me meta más, es la que hoy ya no habla. Hay distintos sectores del hospital que anteriormente nos daban la información aun sin solicitársela; y hoy, pidiéndola, no nos la dan. Si prestan atención o hilan fino con los reclamos de los distintos sectores, ATSA, ATE, CTA, APRHU, se dan cuenta de que estamos reclamando en las mismas líneas y las mismas cuestiones”, resaltó.
Para el 21 de agosto se prevé una nueva reunión de la comisión de salud, todavía a confirmar, para avanzar en estos temas con las autoridades provinciales.
El Dr. Cabrera ya participó de la primera e integra la Mesa de Salud junto a organizaciones sociales, “que no es otra cosa que la patria demandante. Exigimos que la salud pública recupere su estatus y comience a ser tan eficaz como fue siempre. En ese reclamo estamos golpeando todas las puertas que haga falta y una de ellas es la Legislatura. Nos invitaron a una reunión conjunta con las autoridades y aceptamos. Nuestra intención no era hacer todo esto, pero nos obligan. Se han presentado muchos reclamos y prácticamente nada se ha resuelto, el camino cada vez se hace más finito y llegó el momento de hacer. Que por favor gestiones, resuelvan, porque no podemos vivir en el reclamo permanente”, concluyó.
Mencionó comunicaciones escritas que dejan constancia de estos faltantes: “Nosotros recibimos una nota donde se nos informaba que estaban suspendidas las cirugías por faltante de solución fisiológica. Eso no es una falacia. Días después recibimos otra nota donde se nos informaba que a partir del día 5 de agosto normalizábamos la programación de cirugías, lo que fue utópico porque la cantidad de cirugías suspendidas en tres días formó un cuello de botella. En segundo lugar, la solución fisiológica no ingresó en esa fecha, ingresó recién el día 8 de agosto por la tarde”, subrayó, por lo cual el día 5 tampoco se podría haber normalizado la situación.
“Si quiero, puedo intentar tapar el sol con el dedo, ahora, si lo logro es otra historia. La realidad es la única verdad y eso no se puede evitar. Quien no quiere ver la verdad evidentemente algo está pasando dentro de su mente”, señaló.
Consideró que algunos funcionarios tienen un “estatus de bronce”, que “es impresionante y a algunos les afecta demasiado. Sería mucho más difícil hablar de mentiras si se recorriese el hospital. El que conversa con la gente internada, se da cuenta de cuál es la verdadera situación. No podemos ocultar la realidad y basta que uno quiera verla”.
Respecto de nuevos inconvenientes, no pudo precisarlo porque se ha impuesto un “silencio hospital” que no se relaciona con la tranquilidad en atención a los pacientes, sino directamente con presiones y censura. “La normalidad absoluta no la tenemos. Hay mucha gente que por distintas vías está siendo presionada a no denunciar la situación irregular en que está, y entonces no tenemos la información al día. Hay gente que tiempo atrás nos informaba a los miembros de APRHU de la situación del hospital, profesionales y no profesionales, porque la relación nuestra es con todo el hospital. Esa información ya no la estamos recibiendo. Cuando nos toca vivir el evento, nos damos cuenta de que no la recibimos porque no la quisieron dar y no porque no existía el problema”, aseguró.
“En este sentido el reclamo está siendo tapado, la gente ya no habla, no cuenta, no informa”, reiteró el médico, que también recibió presiones e intimaciones, ya expuestas a los medios y a los legisladores en la última reunión de la comisión de salud.
“El trabajo ya no es de equipo sino que es sectorizado”, contrastó, y si bien dio cuenta de que “recorremos el hospital, hablamos, buscamos, tratamos de interiorizarnos y así tenemos acceso a la información”, admitió que se complica al no tener estos contactos como anteriormente, porque “cada no de nosotros tiene su propia tarea asistencial y cuando hablamos de responsabilidades más aún”, por lo cual hay limitaciones por razones laborales.
Consultado acerca de si se trata de presiones concretas al personal, respondió que “sí, era personal del hospital que anteriormente nos mantenía informados de la situación en que estaban, de lo bueno que recibía, de los faltantes y de los problemas que iban surgiendo”.
Con respecto al método de presión, no lo precisar para esos casos, pero recordó que en el suyo personal recibió “la carta intimidatoria firmada por el Ministro, en un papel membretado del Ministerio, es decir súper oficial. Así como he recibido muchas expresiones de apoyo, también me han dicho ‘no te metas más’, ‘cuidate’, etcétera etcétera. La gente que me decía que no me meta más, es la que hoy ya no habla. Hay distintos sectores del hospital que anteriormente nos daban la información aun sin solicitársela; y hoy, pidiéndola, no nos la dan. Si prestan atención o hilan fino con los reclamos de los distintos sectores, ATSA, ATE, CTA, APRHU, se dan cuenta de que estamos reclamando en las mismas líneas y las mismas cuestiones”, resaltó.
Para el 21 de agosto se prevé una nueva reunión de la comisión de salud, todavía a confirmar, para avanzar en estos temas con las autoridades provinciales.
El Dr. Cabrera ya participó de la primera e integra la Mesa de Salud junto a organizaciones sociales, “que no es otra cosa que la patria demandante. Exigimos que la salud pública recupere su estatus y comience a ser tan eficaz como fue siempre. En ese reclamo estamos golpeando todas las puertas que haga falta y una de ellas es la Legislatura. Nos invitaron a una reunión conjunta con las autoridades y aceptamos. Nuestra intención no era hacer todo esto, pero nos obligan. Se han presentado muchos reclamos y prácticamente nada se ha resuelto, el camino cada vez se hace más finito y llegó el momento de hacer. Que por favor gestiones, resuelvan, porque no podemos vivir en el reclamo permanente”, concluyó.
