Los periodistas y medios de prensa que con mucho sacrificio y dignidad, realizamos a la luz del día nuestra tarea, mostrándonos, arriesgándonos muchas veces y responsabilizándonos constantemente por las consecuencias de nuestra labor, nos hacemos un deber y una necesidad expresar nuestro más absoluto repudio al infame accionar (que ya es habitual y continuo) perpetrado por manos supuestamente anónimas desde un blog editado en Ushuaia y dedicado sistemáticamente a la difamación de las personas.
Esta actitud ya es característica de este blog, por lo que creemos necesario marcar nuestra postura, atento a que han demostrado que su falta de dignidad no merece ni siquiera una meditación de su parte frente a la muerte.
El fallecimiento del hijo adolescente de nuestro querido compañero de trabajo Jorge Águila, produjo en toda la familia de la prensa una consternación como pocas veces hemos sufrido en forma tan general, al punto de motivar que varios colegas llegaran desde Ushuaia ese día, sólo para expresar sus condolencias y su acompañamiento a nuestro amigo "el Pulpo".
El blog prefirió, en cambio, convertir el amargo suceso en un hecho policial escabroso, inventar mentiras en torno al caso, fabricar pericias que jamás existieron y echar sobre el pequeño fallecido un manto de revulsiva sospecha, definiéndolo como "un conocido de la noche".
Algunos consideran a este blog como "un sitio de noticias" o un medio periodístico y hasta se permiten mencionarlo como fuente informativa.
Creemos necesario advertir que muy lejos está de todo marco laboral periodístico el accionar de sujetos escondidos en la clandestinidad que, desde su condición de funcionarios dela Casa de Gobierno, abusan del acceso privilegiado que tienen a información reservada para difamar, injuriar y hasta burlarse de personas públicas o privadas, con especial saña si se trata de vecinos de Río Grande.
En tiempos de persecución y dictadura, el periodismo clandestino era una necesidad y hasta una actitud que muchos consideraron de heroísmo.
Hoy, vigente a pleno la libertad de expresión, trabajar desde la oscuridad del anonimato es la antítesis del periodismo, la negación del compromiso que su desempeño exige, la cobardía sólo explicable por una intención malsana, subversiva y profundamente atentatoria contra los valores morales que queremos para nuestra sociedad.
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Esta actitud ya es característica de este blog, por lo que creemos necesario marcar nuestra postura, atento a que han demostrado que su falta de dignidad no merece ni siquiera una meditación de su parte frente a la muerte.
El fallecimiento del hijo adolescente de nuestro querido compañero de trabajo Jorge Águila, produjo en toda la familia de la prensa una consternación como pocas veces hemos sufrido en forma tan general, al punto de motivar que varios colegas llegaran desde Ushuaia ese día, sólo para expresar sus condolencias y su acompañamiento a nuestro amigo "el Pulpo".
El blog prefirió, en cambio, convertir el amargo suceso en un hecho policial escabroso, inventar mentiras en torno al caso, fabricar pericias que jamás existieron y echar sobre el pequeño fallecido un manto de revulsiva sospecha, definiéndolo como "un conocido de la noche".
Algunos consideran a este blog como "un sitio de noticias" o un medio periodístico y hasta se permiten mencionarlo como fuente informativa.
Creemos necesario advertir que muy lejos está de todo marco laboral periodístico el accionar de sujetos escondidos en la clandestinidad que, desde su condición de funcionarios de
En tiempos de persecución y dictadura, el periodismo clandestino era una necesidad y hasta una actitud que muchos consideraron de heroísmo.
Hoy, vigente a pleno la libertad de expresión, trabajar desde la oscuridad del anonimato es la antítesis del periodismo, la negación del compromiso que su desempeño exige, la cobardía sólo explicable por una intención malsana, subversiva y profundamente atentatoria contra los valores morales que queremos para nuestra sociedad.
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