
El intendente de Ushuaia, Federico Sciurano, lamentó los insultos que la senadora nacional del ARI María Rosa Díaz propinó a funcionarios municipales durante el desarme de una vivienda en construcción en un asentamiento ilegal. Opinó que en vez de acercar posturas "separó aún más". Dijo que hay "coincidencias" con un sector del Gobierno sobre cómo afrontar la problemática, pero para otro "hay que dejar que cada uno haga lo que quiera". Ayer, Díaz comparó la política contra las usurpaciones con las de la Alemania nazi. Generó el repudio de la UCR y asociaciones civiles. Desde el Gobierno dijeron no compartir sus "epítetos". Pasado el episodio protagonizado por la senadora del ARI María Rosa Díaz, quien provocara un escándalo el domingo pasado cuando personal municipal de Ushuaia desarmaba una estructura no habitada en el asentamiento El Escondido, TIEMPO Fueguino dialogó con el jefe del Ejecutivo capitalino, Federico Sciurano, con el objeto de analizar los hechos sucedidos.
Para el intendente son cada vez más notorias las dos posturas antagónicas que generan actitudes violentas. "Creo que la actitud de la senadora en vez de ayudar a que estas posturas se acerquen lo que ha hecho ayer (domingo) fue separar aun más" "Me parece que ponerse a los gritos no es la forma. Fue un momento de mucha tensión, no sé si buscó el aplauso de la gente, me cuesta interpretar lo que hizo", reconoció el mandatario capitalino.
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